"Todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo." (Mt 13, 52)
El CAMBIO es aventura, propuesta, temblor, a veces abismo… Provoca sentimientos paradójicos: ansiedad, expectación, pánico, agarrotamiento, alegre esperanza, resistencia blindada, creatividad, encierro en lo conocido, huida… Realidad multipolar. No existe lo químicamente puro. Hay ambigüedad en la realidad y en nosotras. Lo que se dé realmente depende de muchas realidades: de mi momento vital, de mi edad, de lo que me toca… Depende de la capacidad para dejarnos guiar por el Espíritu desde la indiferencia, de dejar que se nos ponga modo y orden, así como desde el discernimiento personal y comunitario.
Seguimos avanzando con confianza y decisión en este proceso de reflexión.
Nuestra jornada de trabajo la iniciamos como de costumbre con una oración, que nos invitaba a situarnos desde la llamada a “caminar juntos y juntas”, con las claves de este proceso sinodal que estamos viviendo como Iglesia.
A continuación, abordamos el tema de este día: “Familia Compasionista”. Y lo iniciamos con el bello testimonio de Hna. Carmen Chaves que nos compartió sobre la fundación en Cali-Colombia. Posteriormente, nos proyectaron el testimonio de Elizabeth Nieto, laica compasionista miembro de la Asociación Fuerza Viva en Cali. Y, por último, la Hermana Miller Díaz nos comunicó la experiencia vivida durante varios meses, junto a los laicos de Cali, en plena pandemia 2020.
Durante la jornada, el Capitulo profundizará en torno a la comunicación interna y externa… cauces que alimentan la pertenencia al cuerpo y la difusión del carisma.
Nos envías, Señor, por el mundo
a gritarle a todos tu amor inmenso.
Nos envías siendo pobres
para ser testigos en medio de la noche.