Nos sentimos enviadas en comunidad para la misión.
TEXTO BíBLICO
En aquella ocasión, con el júbilo del Espíritu Santo, dijo: —¡Te alabo, Padre, Señor de cielo y tierra, porque, ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla! Sí, Padre, ésa ha sido tu elección. Todo me lo ha encomendado mi Padre: nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre, y quién es el Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo decida revelárselo.
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: —¡Dichosos los ojos que ven lo que veis! Os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.
(Lc 10, 21-24)
ORACION
Ven, Espíritu Santo, santifícanos.
Llena nuestro corazón
con un ardiente deseo por la Verdad,
el Camino y la Vida plena.
Enciende en nosotras tu fuego
para que nosotras mismos seamos luz,
luz que alumbra, calienta y consuela.
Haz que nuestra lengua encuentre palabras
que hablen de tu amor y belleza.
Haznos nuevas,
para que seamos mujeres de amor,
santas, palabra de Dios visible.
Entonces, renovaremos la faz de la tierra
y todo será creado de nuevo.
Ven, Espíritu Santo,
santifícanos, fortalécenos,
quédate con nosotras.
“Envíanos sin miedo” Ruah